El ministro de Defensa ruso, Andrei Belousov, afirmó, sin pruebas, el viernes 22 de noviembre que las fuerzas de Moscú han «derribado» las mejores unidades militares de Kiev y «descarrilado» los objetivos militares de Ucrania para 2025.
La afirmación se produjo horas después de que el presidente ruso Putin anunciara que había lanzado el “misil balístico hipersónico experimental de mediano alcance” de Rusia llamado Oreshnik en Ucrania en un discurso a última hora del jueves 21 de noviembre.
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En el mismo discurso, Putin reconoció que su guerra contra Ucrania había adquirido un carácter global. Rusia a menudo ha planteado su invasión de Ucrania no sólo como una guerra contra Ucrania sino como una guerra contra el Occidente colectivo.
Durante una reunión en el puesto de mando del grupo de tropas del Norte de Rusia, Belousov escuchó un informe sobre los últimos avances de las tropas invasoras de Rusia.
El coronel general Alexander Lapin, comandante del grupo, informó al ministro sobre operaciones tácticas que involucran aviación, artillería, drones y armamento suministrado por la OTAN capturado a las fuerzas ucranianas.
«De hecho, hemos descarrilado toda la campaña de 2025», dijo Belousov sobre el ejército ucraniano en un vídeo publicado por el Ministerio de Defensa ruso.
Rusia lanzó un misil ICBM contra Ucrania en las primeras horas del jueves – en el aniversario de las protestas democráticas Euromaidan en Ucrania – aparentemente apuntando a una planta de fabricación aeroespacial en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania, y provocó la condena inmediata de los aliados de Kiev.
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China, un aliado de Rusia, pidió “moderación” a “todas las partes”.
«Crear condiciones para un pronto alto el fuego», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, en una sesión informativa periódica.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, condenó el ataque de Rusia, pidió una respuesta global unida y dijo que el aumento de los ataques con misiles y drones de Rusia, además del lanzamiento de un misil balístico intercontinental contra Ucrania, demuestran que «no quiere la paz».
El canciller alemán, Olaf Scholz, calificó el despliegue del misil como una “escalada terrible”, mientras que la OTAN ha programado conversaciones de emergencia con Ucrania la próxima semana en Bruselas para abordar el incidente.
Tensiones crecientes
Las tensiones entre Moscú y los aliados occidentales de Ucrania han aumentado desde la llegada de las tropas norcoreanas en apoyo de Rusia y el aumento de los ataques rusos con misiles y drones contra ciudades ucranianas.
En respuesta, Washington ha dado luz verde al uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance suministrados por Occidente para atacar objetivos militares en territorio ruso.
El ataque ucraniano con misiles ATACMS contra un depósito de municiones ruso, llevado a cabo el martes, se produjo después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, diera permiso a Ucrania para lanzar ataques de este tipo contra objetivos militares en Rusia por primera vez.
Washington también está dispuesto a proporcionar a Ucrania minas terrestres antipersonal para reforzar sus defensas contra las fuerzas rusas.
El mismo día, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto que reducía el umbral para el despliegue de armas nucleares, una decisión rápidamente condenada por las naciones occidentales como “irresponsable”.
Cuando solo quedan dos meses de su mandato, Biden está intensificando el apoyo a los esfuerzos militares de Ucrania antes de que la transición a Donald Trump, quien ha prometido poner fin a la guerra rápidamente, potencialmente retirando el apoyo a Ucrania, tenga lugar en enero.