El gobierno japonés aprobó el viernes un paquete económico por valor de 39 billones de yenes (250 mil millones de dólares), que incluye subsidios para frenar el aumento de los costos de la energía y donaciones de efectivo a los hogares de bajos ingresos, mientras la inflación provocada por un yen más débil continúa pesando sobre el gasto de los consumidores.
En el paquete, la administración del Primer Ministro Shigeru Ishiba se comprometió a aumentar los ingresos disponibles elevando el umbral salarial libre de impuestos, después de ceder a las demandas de un partido de la oposición para asegurar la aprobación de un presupuesto suplementario para financiarlo.
La medida se produce después de que el Partido Liberal Democrático de Ishiba y su socio menor de coalición perdieran su mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones generales del 27 de octubre. Disolvió la cámara baja poco después de asumir el cargo el 1 de octubre.
Se celebra una reunión del gobierno y los partidos de la coalición gobernante en la oficina del primer ministro en Tokio el 22 de noviembre de 2024. (Kyodo)
El gobierno de Ishiba intentará aprobar un presupuesto adicional de 13,9 billones de yenes para el año fiscal hasta marzo de 2025, durante una sesión parlamentaria extraordinaria que se espera se reúna el próximo jueves, dijeron los legisladores.
La administración y los gobiernos locales planean gastar alrededor de 21,9 billones de yenes, a pesar de que la salud fiscal de Japón es la peor entre las principales economías avanzadas, avivando las críticas de que el paquete es una financiación de barriles de cerdo para apuntalar la popularidad del Gabinete de Ishiba.
La economía de Japón creció por segundo trimestre consecutivo en el período julio-septiembre, impulsada por un sólido gasto privado respaldado por el aumento salarial promedio más pronunciado en más de 30 años, acordado en las negociaciones entre los trabajadores y la dirección de este año.
Sin embargo, aumenta la preocupación de que la confianza del consumidor pueda deteriorarse nuevamente, ya que los precios más altos han mostrado pocas señales de aliviarse pronto debido en parte a la reciente depreciación del yen, que ha elevado los costos de importación para el Japón pobre en recursos.
Dado que el aumento de los precios lleva a los hogares a ajustar sus finanzas, el nuevo paquete apunta a mitigar el impacto negativo de la inflación y lograr el preciado objetivo de Ishiba de revitalizar las economías regionales en dificultades.
Ishiba dijo a los periodistas más tarde el viernes que el aumento salarial es «necesario» para el crecimiento de la economía en general, y añadió: «Es importante que no sólo los residentes urbanos sino también los de las zonas rurales sientan una sensación de esperanza y felicidad».
Se prevé que el paquete reducirá los precios al consumidor en alrededor de 0,3 puntos porcentuales, al tiempo que aumentará el producto interno bruto de Japón ajustado a la inflación en 1,2 puntos porcentuales anuales, dijo la Oficina del Gabinete.
El primer ministro Shigeru Ishiba habla con los periodistas en su oficina en Tokio el 22 de noviembre de 2024. (Kyodo)
Se utilizarán alrededor de 12,7 billones de yenes para hacer frente a la inflación impulsada por los costos, incluidos subsidios para evitar que los precios de la electricidad y el gas se disparen. Los precios básicos al consumidor de Japón, excluyendo los volátiles alimentos frescos, aumentaron en octubre por 38º mes consecutivo.
Mientras tanto, se proporcionarán beneficios únicos en efectivo de 30.000 yenes a los hogares de bajos ingresos exentos del impuesto de residencia, con 20.000 yenes adicionales por niño para aquellos con hijos, ya que los costos de la educación también han mostrado una tendencia al alza.
Se asignarán alrededor de 19,1 billones de yenes para tomar medidas que estimulen la economía, con planes para implementar un programa de apoyo plurianual que supere los 10 billones de yenes para las industrias de inteligencia artificial y semiconductores.
Otro pilar clave del paquete es garantizar la seguridad pública, con aproximadamente 7,2 billones de yenes destinados a tal fin, ya que Japón ha enfrentado una serie de desastres naturales y un aumento de los casos de robo que involucran a perpetradores reclutados en línea.
Como parte de los esfuerzos para diseñar el paquete económico, el PLD de Ishiba y el partido Komeito aceptaron a principios de esta semana una solicitud de un pequeño pero influyente partido de oposición para aumentar el umbral de ingresos no imponibles desde los actuales 1,03 millones de yenes.
El Partido Democrático para el Pueblo, encabezado por el legislador de la cámara baja Yuichiro Tamaki, que busca elevar el límite máximo a 1,78 millones de yenes para impulsar el consumo, cuadruplicó sus escaños a 28 en las últimas elecciones generales para la cámara baja de 465 miembros.
Los tres partidos han confirmado que continuarán las discusiones para determinar el alcance de la expansión del techo, ya que se estima que la propuesta del PPD reducirá los ingresos tributarios estatales y locales en hasta 8 billones de yenes al año.
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