Derribar barreras al acceso a la planificación financiera

La verdad es que muchos canadienses enfrentan importantes desafíos financieros, incluido el acceso limitado a asesoramiento financiero profesional y la falta de conocimientos financieros básicos. Las poblaciones vulnerables, como las familias de bajos ingresos, las personas mayores, los recién llegados y los pueblos indígenas, corren especial riesgo de sufrir inseguridad financiera, lo que puede tener impactos duraderos en su bienestar. La planificación financiera pro bono y las iniciativas específicas de educación financiera pueden desempeñar un papel transformador para abordar estos desafíos. Ofrecer asesoramiento financiero gratuito y de alta calidad y empoderar a las personas con el conocimiento que necesitan para tomar decisiones informadas puede ayudar a desarrollar resiliencia financiera, reducir el estrés y mejorar la calidad de vida en general.

Organizaciones como la recientemente creada Fundación Canadiense para la Planificación Financiera están liderando el camino. Esta organización benéfica registrada, fundada por FP Canada y el Instituto de Planificación Financiera junto con el socio fundador RBC Foundation, llevará a cabo programas que ofrecen asesoramiento gratuito y educación financiera culturalmente relevante para canadienses financieramente vulnerables.

En el centro de esta programación está la comprensión de que los planificadores financieros están en una posición única para ver la situación financiera de los canadienses de manera integral y ayudarlos a convertir sus conocimientos en acción. Ayudar a una persona a mejorar su educación financiera es una cosa; inspirarlos con conocimientos y brindarles orientación experta mientras aplican esos conocimientos es otra.

Las áreas de enfoque de la fundación pueden servir como modelo para los miembros de la profesión que están considerando qué pueden hacer para marcar la diferencia. Donar y ofrecerse como voluntario para organizaciones benéficas que participan en este trabajo puede ser de gran ayuda, al igual que abogar por acciones filantrópicas dentro de su propia organización.

Encontrar formas de retribuir (por ejemplo, brindando servicios gratuitos o de bajo costo) puede reducir las barreras monetarias que enfrentan muchas personas desatendidas cuando buscan asesoramiento. Asimismo, conocer los desafíos sistémicos que enfrentan los clientes potenciales de diferentes culturas y orígenes puede conducir a prácticas de planificación financiera más inclusivas. Esto, a su vez, puede hacer que los consejos resulten más accesibles para las personas. todo Canadienses.

Repensar nuestro enfoque de la educación financiera también podría tener un impacto positivo significativo en quienes enfrentan inseguridad financiera. Para que nuestros esfuerzos educativos sean verdaderamente efectivos, debemos asegurarnos de que sean lo más personalizados posible y que se centren en empoderar a los canadienses además de enseñarles.

Por ejemplo, al colaborar con grupos comunitarios, podemos aprovechar sus relaciones basadas en la confianza y su profundo conocimiento de las necesidades locales, lo que nos permitirá mejorar significativamente el acceso a la planificación financiera. La fundación está adoptando este enfoque centrándose en asociaciones que permitan identificar las barreras que enfrentan comunidades específicas al acceder a educación y asesoramiento financiero. Estas barreras pueden incluir el idioma, los matices culturales y las desigualdades sistémicas, por nombrar algunas.

Al desarrollar conjuntamente talleres de educación financiera personalizados, iniciativas de planificación pro bono y recursos, la fundación puede abordar los desafíos únicos que a menudo enfrentan los miembros de grupos con mayor riesgo de inseguridad financiera. Esto garantiza que los programas no solo sean accesibles sino también relevantes e impactantes, empoderando a las personas brindándoles las herramientas y el conocimiento que necesitan para desarrollar resiliencia financiera y lograr un bienestar financiero duradero.

Los profesionales financieros individuales desempeñan un papel vital en el avance de la misión de la Fundación Canadiense para la Planificación Financiera e iniciativas caritativas similares. Al apoyar estas iniciativas, ya sea financieramente o aportando su experiencia, los profesionales financieros pueden tener un impacto significativo, fomentando una mayor resiliencia financiera y contribuyendo a un futuro más equitativo y financieramente seguro para todos los canadienses.

Tashia Batstone es presidenta y directora ejecutiva de FP Canadá.