El presidente estadounidense, Joe Biden, finalmente cumplió su promesa de visitar África casi dos años después de la Cumbre de líderes entre Estados Unidos y África en diciembre de 2022. La visita de Biden a Angola se produjo casi una década después de que el expresidente Barack Obama visitara Etiopía y Kenia en 2015, la última visita de un presidente estadounidense al África subsahariana. La visita largamente prometida de Biden tenía como objetivo mostrar las inversiones estadounidenses en África, y particularmente en Angola, pero se cree ampliamente que sus esfuerzos también tenían como objetivo disminuir la influencia de Beijing, que ha ido creciendo particularmente desde el lanzamiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
El 1 de diciembre Biden partió hacia Angolaconvirtiéndose en el primer presidente estadounidense en visitar el país. El viaje indicó una mejora en las relaciones bilaterales entre los dos países. Después de independizarse de Portugal en 1975, la República de Angola estaba políticamente en la órbita de Rusia y China. Sin embargo, ha ido avanzando hacia la órbita estadounidense bajo su actual presidente João Lourenço, quien busca relaciones más estrechas con Occidente.
La visita de Biden fue centrado en el Corredor Lobito, un proyecto ferroviario respaldado por Washington que tiene como objetivo alejar minerales críticos de Beijing. Este proyecto ferroviario tiene como objetivo conectar Zambia y la República Democrática del Congo, ricas en recursos, con el puerto de Lobito en Angola en el Océano Atlántico. La propia Angola también está repleta de recursos naturales, incluidos petróleo, cobalto y litio. El Corredor Lobito podría ofrecer un medio eficiente y rápido para exportar recursos naturales a Estados Unidos y Europa.
El corredor ferroviario de 1.300 kilómetros fue lanzado en 2023 como una asociación entre Estados Unidos, la UE, Angola, Zambia y la República Democrática del Congo, así como con la Corporación Financiera Africana y el Banco Africano de Desarrollo. Para resaltar el progreso del corredor, Biden y Lourenço fueron coanfitriones de los líderes de la República Democrática del Congo, Tanzania y Zambia durante el último día de su visita el 4 de diciembre.
El creciente compromiso de Estados Unidos con África, personificado en el Corredor Lobito, se considera un contrapeso a la influencia de China y, por lo tanto, puede tener implicaciones para Beijing. Sin embargo, La influencia y el compromiso de China con los países africanos han aumentado significativamente durante las últimas dos décadas, lo que no puede ser anulado por el retraso del viaje de Biden. China, particularmente bajo su programa BRI, se ha convertido en el mayor acreedor y socio comercial del continente africano. Además, La inversión extranjera directa anual de China fluye hacia África han ido creciendo a pasos agigantados. Desde 2013, la inversión de Beijing en el continente ha superado la de Washington, mientras que los flujos de IED de Estados Unidos han tenido una tendencia a la baja desde 2010.
En los últimos 11 años, China ha invertido miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura en toda África, incluidas redes ferroviarias y de carreteras en el marco de la BRI. Según la emisora estatal china CCTVla inversión china de la BRI ha construido más de 80 instalaciones eléctricas, alrededor de 20 puertos y más de 12.000 kilómetros de redes de carreteras y ferrocarriles en África. Además de estos proyectos, en los últimos años China ha dirigido su inversión hacia minerales críticos, que necesita para impulsar sus industrias ecológicas y de alta tecnología. De ahí que China se haya consolidado firmemente dentro del continente presentándose como África. última esperanza, si no su mejor apuesta.
Sin embargo, el creciente interés de Estados Unidos en el continente puede resultar alarmante para la influencia de China en la región. Washington tradicionalmente ha visto el continente africano a través del lente de las crisis humanitarias y la ayuda financiera. Sin embargo, esta tendencia parece estar cambiando ahora que las autoridades estadounidenses toman medidas para contrarrestar a China. El Estados Unidos se comprometió en 2022 a invertir 55.000 millones de dólares en África durante los siguientes tres años. Se informa que ya se ha cumplido más del 80 por ciento de ese compromiso. Además, desde la promesa de Biden de visitar el continente en 2022, más de 20 funcionarios de alto nivel y de gabinete han realizado visitas a África. incluida la gira de nueve días de la vicepresidenta Kamala Harris por Ghana, Tanzania y Zambia en marzo del año pasado. También en 2023, Estados Unidos firmó 547 nuevos acuerdos comerciales y de inversión. por un valor de 14.200 millones de dólares con naciones africanas, lo que representó un aumento del 67 por ciento respecto al año anterior. Esto representa un cambio en la política exterior de Estados Unidos hacia el continente africano. No obstante, queda mucho por hacer para contrarrestar la influencia bien establecida de Beijing.
También existe la duda de si la administración entrante de Trump continuará la política de su predecesor hacia África. Trump no visitó ningún país de África durante su primer mandato. A su regreso a la Casa Blanca, el El presidente electo se enfrentará a una política africana plagada de contradicciones.
Para el establishment de la política exterior estadounidense, África sigue siendo un remanso estratégico a pesar de los esfuerzos de la actual administración por fortalecer los vínculos con el continente. Por eso los esfuerzos de la administración Biden por resolver conflictos en diferentes países africanos mediante la imposición de sanciones y el nombramiento de enviados especiales no han dado ningún fruto concreto. Además, las embajadas de Estados Unidos en toda la región siguen careciendo de recursos y personal suficientes, lo que se agravaría aún más si la administración Trump decide recortar fondos y personal como propone su equipo de transición.
En caso de que la administración Trump no avance con la política africana de Biden, entonces el reciente crecimiento de las relaciones entre África y Estados Unidos no tendrá mucho efecto en China. Es muy probable que Trump sea duro con China, como lo han indicado sus halcones elegidos para el Gabinete. Pero aún está por verse si eso tendría algún efecto sobre la influencia de China en África.