No es raro que la gente pase una hoja sana al comienzo de un nuevo año. Después de una temporada navideña llena de compromisos sociales y comidas que rompen la dieta, no sorprende que muchos celebrantes vean enero como un momento para enderezar el barco dietético.
La cocina casera brinda una oportunidad para que las personas obtengan un mayor control sobre lo que comen, y es bien sabido que ciertos métodos de cocina son más saludables que otros. Pero Healthline señala que el contenido de nutrientes a menudo se modifica durante la cocción. Por ejemplo, un estudio de 2017 publicado en la revista Food Science and Biotechnology señaló que la vitamina C es una vitamina soluble en agua y sensible a la temperatura, lo que significa que se degrada fácilmente durante la cocción. Como resultado, los investigadores detrás del estudio observaron que las temperaturas elevadas y los tiempos de cocción prolongados causan pérdidas sustanciales de vitamina C.
Sin duda, este conocimiento es útil, pero las personas pueden preguntarse qué pueden hacer para garantizar que las comidas que preparan sigan siendo lo más nutritivas posible, incluso después de haberlas cocinado. Al preparar comidas, las personas que buscan maximizar el valor nutricional de cada comida pueden considerar estos consejos.
Consumir el líquido que queda después de cocinar las verduras. Es común escurrir el agua de ollas y cacerolas después de usarlas para cocinar verduras. Sin embargo, al hacerlo, las personas podrían literalmente estar tirando nutrientes por el desagüe. En una entrevista de 2016 con CNN, la dietista registrada y autora Elaine Magee señaló que hervir verduras hace que las vitaminas solubles en agua como la vitamina C, B1 y el folato se filtren en el agua, negando así a las personas parte del contenido nutricional de estos alimentos saludables. Aunque pueda parecer inusual, consumir el agua en la que se cocinan las verduras puede garantizar que no se viertan nutrientes por el desagüe del fregadero de la cocina.
Consuma verduras cocidas en uno o dos días. Healthline señala que la exposición al aire después de cocinar puede disminuir el contenido de vitamina C de las verduras. Esto es algo que las personas deben tener en cuenta, especialmente si les gusta preparar las comidas con anticipación debido a horarios agitados que dejan poco tiempo para cocinar diariamente. Consuma verduras cocidas aproximadamente un día después de prepararlas para evitar perder nutrientes.
Evite las frutas y verduras precortadas. Los pasillos de productos de algunas tiendas de comestibles cuentan con una variedad de frutas y verduras precortadas. Aunque estas ofertas son innegablemente convenientes para las personas con poco tiempo que quieren comer sano, es posible que tampoco sean tan nutritivas como esperan los compradores. Según Verywell Fit, el calor, el oxígeno y la luz son los tres factores que provocan la pérdida de nutrientes. Cuando los productos no se cortan, el interior de los alimentos está protegido del oxígeno y la luz. Una vez que se hacen cortes, como cuando se cortan las manzanas, es posible que se pierdan nutrientes como la vitamina C, la vitamina A y la vitamina E.