El Congreso peruano aprobó una extensión del proceso de formalización para la minería artesanal y de pequeña escala, lo que ha generado un importante debate. La nueva legislación, aprobada a última hora del viernes por una amplia mayoría (87 votos a favor, 20 en contra y 12 abstenciones), amplía el plazo para formalizar operaciones hasta el 30 de junio de 2025, con una posible prórroga de seis meses autorizada mediante Decreto Supremo. del Ministerio de Energía y Minas (MINEM).
Esta reforma modifica el artículo 6 del Decreto Legislativo 1293, que reconoce como prioridad nacional la formalización de la minería artesanal y de pequeña escala. Bajo esta extensión, los mineros informales que no hayan completado el proceso de formalización continuarán operando bajo permisos temporales a través del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Originalmente destinado a ayudar a los mineros en la transición a un marco legal, el programa les exige que cumplan con ciertos estándares ambientales y técnicos. Sin embargo, los críticos argumentan que se ha hecho un mal uso del sistema Reinfo, lo que ha permitido que la minería ilegal persista e incluso se expanda, ya que su aplicación sigue siendo débil.
Los permisos temporales fueron diseñados para brindar a los mineros informales un camino legal para continuar con las operaciones mientras formalizan sus prácticas. Los participantes deben demostrar progreso en el cumplimiento de los requisitos reglamentarios, incluido evitar áreas restringidas y cumplir con las pautas ambientales. A pesar de esto, solo una pequeña porción del medio millón de mineros informales estimados en Perú se han formalizado con éxito desde el lanzamiento del programa en 2012. Como resultado, la extensión ha generado preocupaciones sobre si permitirá que más mineros exploten estas lagunas y continúen operando ilegalmente. mientras evaden la regulación adecuada.
Esta controversia resalta el creciente desafío de la minería ilegal en Perú, que ha empeorado debido al aumento de los precios del oro, el desempleo generalizado y una supervisión estatal inadecuada. El impacto ambiental y social de la minería, particularmente en regiones como Madre de Dios, ha sido severo, y la minería ilegal ha causado deforestación, contaminación por mercurio y conflictos por los derechos sobre la tierra. Los críticos argumentan que los permisos ampliados exacerbarán estos problemas a menos que se establezcan mecanismos de aplicación más estrictos.
El paquete legislativo también incluye disposiciones para mejorar el proceso de formalización. El MINEM, que supervisa la industria, tiene la tarea de implementar un Sistema Interoperable para la Minería Artesanal y de Pequeña Escala y un Portal Unificado de Formalización Minera para agilizar los procedimientos de registro y formalización. El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana Cavides, afirmó que el objetivo es abordar los desafíos de la pequeña minería con un nuevo marco legal que equilibre la importancia económica del sector con la necesidad de prácticas sustentables.
A pesar de estos esfuerzos, el programa ha sido criticado por carecer de suficiente aplicación para garantizar su cumplimiento, y sus opositores acusan al programa de permitir la expansión de las actividades mineras ilegales. Los críticos argumentan que los permisos han permitido a muchos mineros ilegales disfrazar sus operaciones como informales, brindándoles efectivamente protección legal bajo la apariencia del proceso de formalización. Al permanecer en Reinfo, los mineros pueden continuar sus operaciones sin enfrentar consecuencias legales, incluso si no han completado el proceso de formalización. Esto ha generado preocupación de que el sistema esté siendo utilizado indebidamente para perpetuar la minería ilegal.
Además de las preocupaciones sobre el uso indebido de los permisos, los críticos también señalan la corrupción sistémica y los débiles mecanismos de aplicación de la ley como factores clave que contribuyen a la persistencia de la minería ilegal. Los retrasos en el proceso de formalización, combinados con recursos estatales limitados y una supervisión insuficiente en zonas mineras remotas, han permitido que la minería ilegal florezca sin control. Grupos de defensa, como el Observatorio de Minería Ilegal, han pedido investigaciones sobre posible corrupción dentro del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y mayores protecciones para los denunciantes que exponen malas conductas dentro del sector.
Los impactos ambientales y sociales de la minería ilegal han sido ampliamente reportados, con deforestación, contaminación por mercurio y disputas por derechos de tierra que asolan regiones como Madre de Dios. La extensión de los permisos temporales ha generado temores de que estos problemas solo empeoren, ya que los críticos argumentan que el gobierno está haciendo la vista gorda ante los graves daños causados por la minería no regulada. Algunos ven la continuación de las operaciones mineras bajo la bandera de la formalización como una excusa para ignorar las consecuencias ambientales y sociales más amplias que continúan desarrollándose.
Expertos jurídicos, incluido César Ipenza, especialista en derecho ambiental, han advertido que la ley, en lugar de frenar la minería ilegal, puede promover inadvertidamente la impunidad. Al transformar las operaciones mineras ilegales en informales, se acusa a la reforma de crear un clima en el que quienes participan en la minería ilegal se sienten envalentonados para continuar sus actividades sin temor a repercusiones legales. Esto ha alimentado el escepticismo sobre la efectividad a largo plazo del programa de formalización y su capacidad para abordar los problemas subyacentes de la minería ilegal en Perú.