El gobierno de Japón presentó el lunes al parlamento un proyecto de presupuesto suplementario para el año fiscal 2024 por valor de 13,9 billones de yenes (92.700 millones de dólares) para financiar un nuevo paquete económico destinado a aliviar las presiones financieras impulsadas por la inflación sobre los hogares.
Pero queda por ver si el plan de gastos se aprobará sin contratiempos durante la actual sesión extraordinaria de la Dieta hasta el 21 de diciembre, cuando el Partido Liberal Democrático del primer ministro Shigeru Ishiba y su socio de coalición, el partido Komeito, perdieron su mayoría en la Cámara de Representantes en la elecciones generales a finales de octubre.
Fotografía de archivo tomada en septiembre de 2023 que muestra el edificio del parlamento en Tokio. (Kyodo)
Con el presupuesto suplementario para el actual año fiscal hasta marzo, la administración de Ishiba busca implementar el paquete económico por un total de 39 billones de yenes, que incluye subsidios para frenar los mayores costos de energía y donaciones en efectivo a los hogares de bajos ingresos, mientras la inflación continúa pesando sobre los consumidores.
El gobierno planea financiar alrededor de la mitad del presupuesto adicional, o 6,7 billones de yenes, a través de nuevas emisiones de bonos, lo que genera temores de que la salud fiscal de Japón, que ya es la peor entre las principales economías avanzadas, pueda deteriorarse aún más.
La presentación del proyecto de presupuesto se produce cuando el gasto de los consumidores, que representa más de la mitad del producto interno bruto del país, puede debilitarse nuevamente en medio del aumento de los precios, con la depreciación del yen elevando los costos de importación para el Japón pobre en recursos.
La semana pasada, los datos del gobierno mostraron que los salarios ajustados a la inflación de Japón -un barómetro del poder adquisitivo de los consumidores- se mantuvieron estables en octubre en comparación con el año anterior.
El gobierno planea asignar 3,4 billones de yenes para aliviar la inflación y 5,8 billones de yenes a medidas para estimular la economía, incluido el apoyo a la inteligencia artificial, los semiconductores y otras industrias en crecimiento.
Como otro pilar clave del paquete, se espera que se gasten 4,8 billones de yenes para garantizar la seguridad pública.
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