Desde la sequedad del invierno hasta la piel grasa del verano: consejos esenciales para el cuidado de la piel para cada temporada

Desde la sequedad del invierno hasta la piel grasa del verano: consejos esenciales para el cuidado de la piel para cada temporada

Los cambios estacionales pueden afectar significativamente tu piel, provocando sequedad en invierno, grasa en verano y sensibilidad durante las transiciones.

Desde la sequedad del invierno hasta la piel grasa del verano: consejos esenciales para el cuidado de la piel para cada temporada

La llegada de diciembre señala el inicio de los inviernos y el comienzo de los cambios estacionales que pueden tener un impacto significativo en la piel. La bajada de temperatura, la menor humedad y otros factores ambientales requieren que revalores tu rutina de cuidado de la piel para mantenerla sana y radiante. Los dermatólogos enfatizan que la transición de meses cálidos a meses más fríos plantea desafíos específicos, y adaptar el cuidado de la piel en consecuencia es esencial.

1. De noviembre a diciembre: ante la llegada del invierno

A medida que se acerca el invierno, el aire se vuelve aún más seco y el clima frío puede causar más problemas en la piel como enrojecimiento, irritación y descamación. El Dr. Aparna afirma: «En los meses más fríos, la barrera lipídica natural de la piel se ve comprometida, lo que provoca una falta de retención de humedad. Las personas suelen ver un aumento en afecciones como eczema y dermatitis».

Qué puedes hacer:

Capas de cuidado de la piel: el Dr. Santhanam aconseja incorporar sueros que ofrezcan hidratación y soporte de barrera cutánea. «Use un suero hidratante debajo de su crema hidratante para retener la humedad», sugiere. El uso de un protector solar con tecnología de luz total es aquel que garantizará la protección contra el sol junto con el bloqueo de la humedad.

Utilice un humidificador en el interior: la calefacción interior puede resecar la piel. «El uso de un humidificador en su vivienda ayuda a mantener la humedad en el aire y evita que la piel se seque demasiado», dice el Dr. Santhanam.

2. Diciembre a enero: manejo del frío extremo

Diciembre y enero son los meses más fríos y tu piel puede soportar la peor parte de las temperaturas gélidas y los vientos secos. «El clima extremadamente frío puede causar grietas, grietas y exacerbación de enfermedades crónicas de la piel como la psoriasis», dice el Dr. Aparna.

Qué puedes hacer:

Proteja su piel al aire libre: use siempre ropa protectora, bufandas y guantes cuando salga al aire libre para proteger su piel de los elementos. El Dr. Santhanam también recomienda aplicar una capa gruesa de protector solar durante este tiempo y no olvidar zonas como el cuello, la nuca, los labios, los codos y las orejas.

Exfolia con cuidado: si bien la exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, el Dr. Aparna recomienda tener cuidado. «Utilice un exfoliante suave una vez a la semana para evitar que la piel se desnude demasiado durante los meses fríos».

Enero a febrero: preparación para el cambio estacional

A medida que el invierno comienza a decaer y los días se alargan, el aire frío permanece fresco y su piel continúa enfrentándose a desafíos como la sequedad y la sensibilidad. El período de transición de enero a febrero también puede traer temperaturas fluctuantes que pueden dejar la piel confundida. «Este es el momento en que la piel a menudo se siente deshidratada y apagada debido al daño acumulativo del invierno», explica el Dr. Aparna.

Qué puedes hacer:

Introduzca vitamina C y niacinamida: dado que la opacidad es una preocupación común, el Dr. Aparna recomienda usar sueros suaves de vitamina C o niacinamida para restaurar la luminosidad e igualar el tono de la piel.

Haga la transición lentamente: a medida que el clima comienza a calentarse, evite cambios abruptos en su rutina de cuidado de la piel. Cambie gradualmente a humectantes más ligeros mientras mantiene su piel adecuadamente hidratada.

Al brindarle a su piel la atención que necesita durante esta fase de transición, puede ayudarla a recuperarse del estrés invernal mientras la prepara para las exigencias de la próxima temporada de primavera.

Consejos generales para cambios estacionales:

  1. Hidrátate con regularidad: sin importar la temporada, mantener los niveles de humedad es clave para mantener tu piel sana.
  2. Manténgase hidratado: Beber agua es fundamental para mantener la piel hidratada desde dentro, especialmente durante los meses secos.

Personalice su rutina según la temporada: como dice el Dr. Aparna, «Su piel tiene diferentes necesidades según la temporada, por lo que ajustar su régimen de cuidado de la piel es crucial para mantener su salud».

Si cuida su piel durante estas transiciones estacionales, puede prevenir daños y mantenerla brillante y saludable durante todo el año. Escuche a su piel y ajuste su rutina según sea necesario para satisfacer sus requisitos siempre cambiantes.