El Tribunal de Distrito Leninsky de Kursk emitió el martes una orden de arresto in absentia contra la periodista de France 24 Catherine Norris Trent y varias otras personas no identificadas. En una declaración emitida en Telegram, el tribunal alega que el grupo cruzó ilegalmente al distrito Sudzhansky de Kursk mientras filmaba un reportaje con las fuerzas armadas ucranianas.
Según France 24, sus periodistas estaban integrados en el ejército ucraniano y se les concedió acceso a las zonas de Kursk controladas por Ucrania tras la incursión del país en la región.
El tribunal ruso, a petición de la Dirección de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB), acusó a Trent de un delito previsto en la Parte 3 del artículo 322 del Código Penal de Rusia. Este artículo prohíbe el cruce ilegal de las fronteras de Rusia, y la Parte 3 cubre específicamente casos que involucran conspiración previa, grupos organizados o el uso o amenaza de violencia, y conlleva una pena de hasta cinco años de prisión. Según el servicio de prensa del sistema judicial de Kursk, Trent será detenida si es arrestada en Rusia o si es extraditada a ese país.
La orden de arresto de Trent se produce tras procesamientos similares iniciados por el FSB contra periodistas extranjeros que informan desde las regiones de Kursk ocupadas por Ucrania desde el 6 de agosto de 2024. Según la Coalición de Mujeres en el Periodismo, 14 periodistas extranjeros se han enfrentado a acusaciones, que la organización denunció como “flagrantes”. violaciones” contra periodistas. El comunicado de prensa afirma además:
La represión injustificada de los profesionales de los medios, junto con la criminalización de sus esfuerzos periodísticos, representa una grave invasión de la libertad de prensa y una estrategia recurrente empleada por el gobierno ruso para manipular la difusión de información.
Según el Tercer Convenio de Ginebra, los periodistas que acompañan a las fuerzas militares de un adversario como corresponsales de guerra pueden ser detenidos por una parte en conflicto como prisioneros de guerra, pero por lo general deben ser liberados inmediatamente y repatriados al final de las hostilidades.
En una tendencia recurrente, los periodistas extranjeros y activistas de la oposición que trabajan en Rusia enfrentan con frecuencia procesos penales por informar sobre la guerra, particularmente con cargos relacionados con espionaje y “difusión de información falsa” sobre el ejército ruso. Posteriormente, los periodistas detenidos han sido utilizados como palanca en los intercambios de prisioneros con Estados Unidos.
